martes, 30 de octubre de 2007

498 nuevas razones para no querer ir al Cielo

Durante el pasado fin de semana, se ha producido la beatificación por parte de la Iglesia católica de 498 sacerdotes muertos durante la II República y la Guerra Civil.

Que esta gente esté ya al lado de Dios me produce risa. 498 instigadores del Golpe militar de 1936, que acabó con la democracia en España, y que la propia Iglesia tildó de "Cruzada". Me produce risa que en esta lista haya torturadores, fascistas, reaccionarios y antidemocráticos. Me produce risa que en esta lista estén chivatos que, omitiendo el secreto de confesión,
delataron a personas de izquierdas que mantenían el catolicismo como religión. Me produce risa que haya representantes de la sociedad civil y del Gobierno español en esta manifestación contra la democracia. Una democracia que fue arrebatada en nombre de Dios. Una democracia que fue derrocada por los que querían que se siguiera rezando en las escuelas. Esas imágenes con banderas del aguilucho lo dicen todo.



Pero, ¿de qué hay que sorprenderse? Si en ese mismo Cielo a donde van a ir estos señores está una innumerable lista de Papas que han apoyado Guerras, torturas y difamaciones Han ido en contra de la ciencia, del progreso, de la democracia. Han condenado al SIDA a millones de personas creyentes por impedirles el uso del preservativo. Este es el Cielo en el que están todas estas personas sin moral, que interpretaron mal un mensaje de paz. Seguramente este es el Cielo al que irán Bush y Aznar. Pero al que, con toda seguridad, no quiero ir yo. A mí mandadme al Infierno, junto a Azaña, Gandhi y Zapatero. Por lo menos no habrá que rezar todos los días.

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