viernes, 25 de enero de 2008

Sitcoms de nuestra vida

Sí señores, hubo vida antes de El Príncipe de Bel-Air en el mundo de las sitcom americanas. He aquí algunas de las que siento más nostalgia.

- Primos Lejanos (Perfect Strangers)



Gran serie que cuenta las aventuras de dos primos decimosegundos, Larry y Balki, que se encuentran en Chicago. El primo paleto de una isla perdida se acopla en la casa del típico currito americano que ha decidido comenzar una nueva vida en una nueva casa. El primo "Lari" (como diría el bueno de Balki) fue interpretado por Mark Linn-Baker, al que también pudimos ver en otras series de éxito como Padres Forzosos, Hablando con Mr. Cooper o Cosas de Casa que, por cierto, es un spin-off de Primos Lejanos (el personaje de Harriette Winslow era compañero de trabajo de Larry y Balki).

- Un robot en casa (
Small Wonder)



Ted Lawson, un ingeniero algo pasado de tuerca, consigue fabricar un robot con forma de niña llamado Vicky, y se lo lleva a casa para deleite de su familia y vecinos. El robot tiene unos magníficos poderes como velocidad y fuerza sobrehumanas, y el secreto de la tecnología que lo hizo posible deberá ser guardado para que no caiga en malas manos. Una serie que tenía su gracia, pero llegaba a resultar ridículo ver como un robot pasaba de niña a adolescente con el transcurso de las temporadas. Una curiosidad: en uno de los miles de guiños de Padre de Familia a las series antiguas, concretamente en el capítulo en el que Brian vuelve a la universidad, se muestra a la protagonista de esta serie, Tiffany Brissette, portando un cartel que dice "I'm Tiffany Vicky Brissette".

- Los problemas crecen (Growing Pains)

Una de las más famosas y entrañables series. Cuenta la historia de la familia Seaver, compuesta por el padre psiquiatra Jason, la madre periodista Maggie y sus 3 (luego 4) hijos: el rebelde Mike (Kirk Cameron), Carol, Ben y Chrissie. Fue una de las series más duraderas y aún hasta hace un par de años la echaban por las noches en La 2. Los principales actores no han tenido papeles reseñables salvo en películas de serie B, a excepción de la pequeña Chrissie (Ahsley Johnson) que ha salido en avrias pelis como ¿En qué piensan las mujeres? (con Mel Gibson), Jumanji, 9 meses o más recientemente en series como C.S.I y Monk. Destacar también el papel de chico huérfano problemático que dio a conocer a Leonardo DiCaprio y la polémica con la actriz que interpretaba a Carol, que tuvo que dejar durante una temporada la serie para tratarse de una anorexia, después de que su personaje fuese llamado "gorda" unas diez mil veces durante la serie.



- De otro mundo (Out of this world)



Una historia de amor entre una mujer y un extraterrestre da como resultado una hija con extraños poderes para parar el tiempo chocando sus dos dedos índice. Aunque suene a que es una mierda, la trama dio para 4 temporadas. Maureen Flanegan, su protagonista, no ha hecho papeles de demasiada importancia desde entonces, como suele pasar con casi todos los actores de estas series.

- Alf



Otra de las míticas. Alf es un extraterrestre que llega a la Tierra y acaba en la casa de los Tanner. Ahí deberá ocultarse del mundo hasta que pueda volver a su casa, misión nada fácil teniendo en cuenta su gran facilidad para meterse en problemas. Su gran pasión es comer gatos, algo que no le hará la vida fácil al de la familia Tanner. Fue una serie de gran éxito que llegó incluso a tener su propia serie de dibujos animados.

- Líos de familia (Family Ties)



Primera oportunidad como actor para Michael J. Fox en el papel de Alex Keaton, hijo mayor de una familia. Esta quizá no tuvo tanto éxito en nuestro país, aunque sí en los USA. Era bastante más pastelosa que el resto, pero hacía gracia ver a Michael J. Fox hacer el tonto delante de la cámara.

- Somos diez (Just the Ten of us)



Spin-off de Los Problemas Crecen, en el que se nos cuentan las peripecias de la familia Lubbock, una familia católica compuesta por un entrenador de un Instituto masculino, una ama de casa y 8 hijos. El padre, Graham Lubbock, se verá obligado a inscribir a sus 4 preciosas hijas mayores en el colegio masculino, haciendo las delicias de los chavales y causando más de un dolor de cabeza al pobre entrenador. Una de mis series favoritas (será que ya desde pequeño me hacía gracia que se rieran del catolicismo), con la actuación entre otras de Heather Langenkamp (saga de Pesadilla en Elm Street), Jamie Lunner (Melrose Place) o Brooke Theiss (Catwoman).

Bueno pues hasta aquí este repaso a esas viejas olvidadas: las sitcom de los 80. ¡Que no puede ser que vayan a hacer una segunda parte de El Coche Fantástico y todas estas se queden en el trastero! :P

miércoles, 16 de enero de 2008

PZ, que no ZP

Entre los exámenes, trabajos y mi nuevo curro tengo poco tiempo para escribir por aquí. Pero no podía dejar pasar más días sin comentar el nuevo programa de Jose Corbacho, Peta Zetas. Y es que hay que comentarlo porque es el primer programa que se atreve a viva voz a presumir de su frikismo ochentero.

¡Qué grande cuando vi que harían un concurso para ver cuál era el mejor cacharro de los 80! Aunque el primer VS. no fue demasiado emocionante: walkman contra hula-hop. Luego hicieron una especie de mesa-corrillo tipo Salsa Rosa (o algún sucedáneo de esos) con colaboradores como la guapa Patricia Pérez, Yolanda Ramos o el mismísimo Enrique del P
ozo, volviendo a su época más ridícula y atreviéndose a denigrarse bailando de nuevo el "Cocouaua" o el "Súper Disco Chino".
Cada semana invitarán a un personaje representativo de la década. En este primer programa tocó Cicciolina, portadora de las tetas más famosas durante mucho tiempo en nuestro país.


Pero como todo no puede ser bueno, también me gustaría recalcar que, aunque Corbacho es un grande de este país, los colaboradores de los que se ha rodeado son lo puto peor. El único que hace gracia es Enrique del Pozo cuando se humilla (o el resto cuando le humillan), pero los guiones están poco currados y se nota un montón que lo que hacen prácticamente es leerlo. La improvisación, aparte de en Corbacho, es imposible encontrarla.

Pero bueno, habrá que darle al programa una pequeña oportunidad, porque tanta añoranza lo merece. ¡Boys, boys, boys!