martes, 1 de mayo de 2007

Diversión a raudales

En primer lugar, permitidme disculparme por llevar tantos días sin actualizar el blog. Un puente largo y la mala vida es lo que hacen.

En esta entrada voy a hablar de los juegos de mesa. Esos juegos que parece que sólo sirven para un día lluvioso de domingo en el que no hay otra cosa que hacer. Es la concepción más extendida que se tiene de ellos, porque siempre se nos viene a la cabeza una partida en un día en el que los planes se acabaron o se chafaron. Pero nada más lejos de la realidad amigos.

Desde hace décadas existen cientos de estos juegos, extendidos por Estados Unidos y por Europa a partir de los años 50 gracias a la bonanza económica. Tres de estos juegos más famosos son el Trivial Pursuit, el Monopoly y el Risk. El primero, el rey de los juegos sobre cultura general de todos los géneros. El segundo, un auténtico clásico entre los juegos de finanzas y el tercero, el más conocido de los de estrategia bélica. La sencillez y diversión destacan en todos ellos. Decenas de versiones de cada uno, con traducciones a numerosos idiomas y millones de ejemplares vendidos, hacen que sean los clásicos entre los clásicos.

Pero desde hace unos años ha aparecido una segunda generación de juegos de mesa, que se caracteriza por tener un carácter algo menos familiar y un aumento de la dosis de estrategia. Sus reglas son sencillas de aprender, pero contienen más aspectos avanzados que hacen que todas las partidas sean absolutamente diferentes y además se elimine en gran medida el factor suerte. Me gustaría destacar algunos de ellos, totalmente recomendables para pasar horas de diversión.

- Descubridores de Catán: Sin duda, el que más éxito ha tenido ent
re la comunidad friki. Es un juego que engancha. Es un juego de origen alemán, también conocido por su nombre inglés, Settlers of Catan. Tu objetivo es conseguir 10 puntos de victoria para ganar la partida, teniendo para ello que construir casas, poblados, carreteras, etc con los 5 tipos de materias primas de los que dispone el juego. El jugador que desarrolle la mejor estrategia tiene todas las papeletas para ganar.


- Pasajeros al tren: Un juego que destaca por su gran dinamismo. En cada turno tienes que elegir si cogerás vagones, construirás una ruta ferroviaria o bien obtendrás nuevos objetivos para construir. No esperarás más de un par de minutos desde que tu último turno hasta que te vuelva a tocar, lo que impide que en algún momento te aburras. Debes ser el jugador que más rutas ferroviarias construyas, pero siempre ateniéndote a tus objetivos y, por qué no, intentando que el resto no consiga los suyos. Esto no es tan fácil como parece, ya que estos objetivos permanecen en secreto hasta el final de la partida. Fue nombrado Juego del Año en 2005. Puedes jugar online en su página web oficial.



- Los hombres lobo de Castronegro: En una pequeña aldea, desde hace un tiempo, los hombres lobo aterrorizan a los ciudadanos. Estos, cansados de las matanzas de los licántropos, deciden que ha llegado el momento de deshacerse de ellos. Tú puedes ser un hombre lobo, un simple aldeano o alguno con un poder especial: la vidente, la hechicera, el cazador, el ladrón, Cupido o la niña pequeña. Cada noche, los hombres lobo devoran a un aldeano. Cada mañana, los aldeanos eligen por votación a los que ellos creen hombre lobo para ajusticiarle. El objetivo de los hombres lobo es matar a todos los aldeanos. El de los aldeanos, deshacerse de los hombres lobo. Es un juego divetidísimo, con una dosis de originalidad brutal. ¡Y pueden jugar hasta 18 jugadores!




Estos tres son los que más me han llamado la atención a mí, son altamente recomendables. Pero la lista se alarga cada vez más: El Misterio de la Abadía, Alhambra, Formula Dé, Heroscape, Exploradores... todos ellos nos aseguran un montón de horas de diversión que, no olvidéis, no tienen por qué ser una tarde de un domingo lluvioso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡El de los hombres lobo el mejor!
Desde el otro día... por las noches me transformo en Mujer-loba (bueno, eso suena un poco mal...) jajaja...
¡Que pasada el juego!