viernes, 7 de marzo de 2008

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La primera entrada del mes de marzo estaba destinada a contaros mi viaje a Cuba, con su parte turística y su parte de análisis político. Pero ETA ha vuelto a aparecer una vez más. No vale nada de lo que iba a contar; no vale nada de lo que he contado. La campaña electoral ha perdido todo su sentido tras el asesinato del compañero socialista Isaías Carrasco. De la manera más vil y cobarde, el tiro por la espalda. Desprotegido, a la salida de su casa.
Por supuesto, no tengo por más que condenar esta barbarie sin razón, esta abominable representación de una fuerza que solo entiende de pistolas. Pero tenemos que mirar hacia adelante. Los demócratas no tenemos miedo a los terroristas, porque somos más y tenemos armas mejores: los votos. Pasado mañana tenemos una ocasión irrepetible para mostrar a estos asesinos que queremos vivir en paz, y que ellos no representan a nadie. Hay que salir a votar y doblegar a esa gentuza. No voy a pedir el voto para nadie, porque este blog ha dejado de estar en campaña desde el mismo momento en que los asesinos apretaron el gatillo, pero sí os debo decir que lo que ellos quieren es que los que no apoyamos la violencia nos quedemos en casa, especialmente en Euskadi. Un abrazo a todos los que de verdad hemos encajado esta noticia con verdadero pavor. Un abrazo a la familia de Isaías. Un abrazo a la familia socialista. Un abrazo a la familia vasca. Un abrazo a la familia demócrata.

Hasta siempre, compañero.

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